Como niño tenía dificultades de aprendizaje, era evidente que sus padres estuvieran preocupados por su desarrollo intelectual, es que el niño no hablaba nada hasta los cuatro años de edad, y aun después hablaba con dificultad hasta los nueve años. Todos creían que tenía algún problema y cuándo salía a la calle todo el mundo le decía a mi madre: ¿ Qué le pasa a tu hijo? ¿Por qué con esa edad aún no habla?. Su madre siempre les respondía: Dejadle, tiene tiempo de empezar a hablar, ya aprenderá. Muchas de las personas que le conocían se preguntaban si sería tonto o era simplemente que yo no quería hablar.

Los padres se sentían indefensos ante esa situación, no sabían si sería capaz de aprender una profesión y de ganarse la vida cuando fuera adulto.
En la escuela era infeliz, no se adaptaba y sus profesores decían que era lento en comprender, le costaba entender las cosas, además no era sociable y siempre estaba soñando. Tenía un comportamiento taciturno de niño y, en lugar de jugar con sus compañeros, tendía a caminar pensativo y a soñar
Eso le llevó a la edad de 10 años a estudiar en casa, sus verdaderos estudios sucedían en casa donde él se enseñaba a sí mismo. Este era el panorama que le rodeaba en su juventud.
Y despertó el Genio, libre de obstáculos, sin límites ni condicionantes.
Un día, a la edad de 12 años, él estudió por sí mismo la geometría euclídea, y a los 15 años dominaba el cálculo diferencial e integral. Su tío le prestó un libro de álgebra y le envió unos problemas matemáticos para resolver. Era capaz de comprender conceptos matemáticos complicados, al aprenderlos por sí mismo.
Él mismo escribió más tarde de adulto: «El espíritu del descubrimiento y del pensamiento creativo se pierden en el aprendizaje rutinario de la escuela.»
También escribió: «Que se respecte a cada hombre como individuo y que no se convierta a ninguno de ellos en ídolo».
En cuanto al dinero consideraba que «solo apela al egoísmo e invita irresistiblemente al abuso».
No es un cuento, es una realidad.
Ese niño fue el científico Albert Einstein
Para los padres que creen tener torpes, con déficit de atención y demás. A ver si lo que tienes en casa es un Genio y lo anulas haciéndolo socialmente aceptable. Francisco Pericás Álvarez