UN TEMA DEL CAPÍTULO III
VIVIR CONDICIONADO AL FUTURO
Víctor Hugo, un gran novelista, dice: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”.
Ésto nos dice que, por vivir basados en el futuro, los débiles sufren porque se sienten incapaces de afrontarlo; los temerosos sufren porque se pasan la vida avivando los miedos de la incertidumbre; y sólo los valientes que se asientan en el presente ven la oportunidad de elegir su futuro.
El futuro no existe porque aún no ha sido creado y, por tanto, es incierto.
Perder nuestra energía con algo que no existe y es incierto es algo absurdo e inútil. Lo que hagas ahora formará tu futuro y cuanto más te enfoques en el futuro, más perderás la noción de la realidad, o sea, del ahora, de este momento, el que controla y decide cómo será tu futuro.
Nos pasamos la vida dejando que los miedos, las inquietudes por el futuro condicionen nuestra existencia. Casi todo lo que hacemos está basado en lo que queremos para el futuro y eso hace que vivamos en un estado de anticipación incierta que nos provoca una preocupación constante, que nos lleva a vivir ciertos estados de estrés y ansiedad.
Los miedos más destructivos no ocurren por lo que vemos sino por lo que está por llegar. Si cogemos una linterna y nos adentramos en un bosque, lo que vemos en el perímetro de la luz no nos causa temor porque somos conscientes de los hechos observados. Lo que realmente nos causa terror no es lo que queda en la obscuridad, sino lo que creemos que pueda haber. Mientras vas andando, tu mente analiza el futuro, ese futuro incierto ya que no sabes lo que vas a encontrar cuando alcance la luz. Cuando llega la luz a ese lugar y descubres que no existe nada de lo que temías, el miedo se desvanece, pero la energía emitida por las emociones y sensaciones del miedo ya no se recuperan; cuando acabas de andar ese camino el agotamiento hace su presencia. Esa energía gastada ha sido inútil, no era necesaria y encima ha dañado el sistema.
Eso ocurre así porque vivimos en viejos esquemas, y digo viejos porque pertenecen a la herencia recibida de nuestros padres y ellos de los suyos. Han sido forjados con hierro ya que somos víctimas de víctimas. Vivimos con los mismos sufrimientos causados por los mismos errores. Algunos de los que han sido forjados en nuestras mentes son: “Soy pobre pero honrado y los ricos son unos ladrones” o “sólo los que estafan se hacen ricos”, “los pobres nunca pueden hacerse ricos o tener dinero”, “no te lo mereces”, “no sirves para nada”, “gastas más que ganas”, “eres un inútil”, “el pan se gana con el sudor de tu frente” o “sin sufrir no se consigue nada”...
Está bien y es importante que te intereses por tu futuro porque es allí donde vas a vivir lo que te quede de vida; pero debes entender que sólo desde el presente podrás crearlo. Por lo tanto, vive tu futuro en este presente y sólo preocúpate de este momento porque es aquí y ahora dónde está ese futuro y es donde tú tienes el control de hacer
o no hacer…